Los rebeldes congoleños del M23 entran en la ciudad oriental de Goma

Los rebeldes del Movimiento M23 entraron hoy en la ciudad de Goma, en el este de la República Democrática del Congo (RDC) y fronteriza con Ruanda.

00055068-original.jpeg

Soldados de la Fuerza de Paz de la ONU patrullaban el pasado domingo por los alrededores de Goma.

El portavoz de la Misión de la ONU en la RDC (MONUSCO), Mounoubai Madjoje, informó hoy a Efe por teléfono de que "los insurgentes del M23 están ya infiltrados en la capital de Kivu del Norte, Goma, desde esta mañana".

"¿Dónde están las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC)? No las vemos. Sólo están nuestros soldados, los 'cascos azules', que continúan protegiendo el aeropuerto de Goma, donde hay combates contra los rebeldes del M23", agregó Madjoje.

"No vemos a las FARDC -recalcó el portavoz de la MONUSCO-. Nuestras tropas siguen trabajando para proteger a la población, mientras que muchos de los soldados de las FARDC han huido".

Sin embargo, el Ejecutivo de Kinshasa señaló que se trata de un repliegue estratégico de las FARDC, las cuales, según el portavoz gubernamental, Lambert Mende, están posicionadas en enclaves estratégicos de Goma y de toda la provincia de Kivu del Norte.

"Lucharemos hasta derramar la última gota de sangre", aseveró Mende.

Por su parte, la oposición congoleña solicitó una conferencia nacional, que incluya a los amotinados del M23, para tratar la situación.

En los últimos días, los combates entre las FARDC -apoyadas por la MONUSCO y milicias locales- y el M23 y sus aliados se han recrudecido en Kivu del Norte y, en particular, en torno a Goma.

Ayer, el M23 hizo una oferta de negociación al Ejecutivo congoleño que fue rechazada de plano por el Gobierno de Kinshasa.

A pesar de que diversos informes -tanto de la ONU como de varias ONGs- señalan a Ruanda y a Uganda como actores en el conflicto en apoyo de los rebeldes, los dos países africanos han negado en repetidas ocasiones su intervención.

El M23 lo forman un grupo de soldados congoleños amotinados y fieles al rebelde Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y contra la humanidad.

En los últimos meses, la zona oriental de la RDC ha vivido numerosas disputas entre el Ejército y rebeldes del M23, que se alzaron el pasado abril para protestar por la pérdida de poder que había impuesto el Ejecutivo de Kinshasa a su líder, y reclaman nuevas negociaciones con el Gobierno.

Estos enfrentamientos han forzado a huir de sus hogares a cientos de miles de personas, que buscan refugio también en países vecinos como Uganda y Ruanda.

Ntaganda, con un amplio historial de motines, se integró hace dos años en el Ejército de la RDC al contribuir a la pacificación de Kivu del Norte tras ayudar a detener, en 2009, a Laurent Nkunda, antiguo señor de la guerra y general del Ejército congoleño.

La RDC está inmersa aún en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), en la que se vieron implicados varios países africanos, y tiene desplegada la mayor misión de paz de la ONU.