Pakistán sigue en tensión por acusada de blasfemar contra el Islam

La anulación de la pena de muerte contra Asia Bibi, cristiana condenada por blasfemia contra el Islam, mantiene en tensión a Pakistán en donde las autoridades piensan aplicar estrictas medidas para acabar con las manifestaciones y plantones.

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Mientras tanto los magistrados que anularon la pena de muerte refrendaron su fe islámica pero aclararon que no imparten justicia para una sola confesión, y subrayaron que no podían mantener una pena que había sido dictada sin pruebas.

Las protestas y plantones se registran en las principales ciudades paquistaníes, lo mismo la capital Islamabad que Lahore, Rawalpindi o Karachi, donde las operaciones para quitar a los manifestantes se esperan para cualquier momento.

Empero, en alguos lugares los manifestantes han comenzado a escuchar los llamados para retirarse de manera pacífica y por voluntad propia.

La noche de este miércoles todo se encontraba dispuesto para el primer operativo, que iba a aplicarse en Islamabad, sin embargo la orden final no fue dada.

También se han elaborado listas de quienes participan en las protestas, que se espera que sean removidas por la vía pacífica antes que recurrir a la fuerza, señaló la edición electrónica del diario The News.

En tanto el presidente del Tribunal Supremo de Pakistán, Mian Saqib Nisar, preguntó de que manera se puede condenar a alguien si los cargos que se le imputan no pueden ser demostrados.

Yo y todos los miembros del tribunal somos fieles al Profeta y estamos listos para sacrificar nuestras vidas por su honor, pero no somos jueces solo de los musulmanes, añadió citado por el diario Dawn.

Y si no existen pruebas contra alguién ¿como podemos castigarlo?, se preguntó.

Asia Bibi fue condenada en 2010 a la pena de muerte por blasfemar contra el Islam, de acuerdo a la acusación levantada por vecinos, quienes además denunciaron que, siendo cristiana, se había atrevido a beber agua de uno de sus vasos, todos ellos de musulmanes.

Los abogados de la madre de cinco hijos lograron sacar adelante el caso tras mostrar contradicciones en los testimonios de quienes la acusaron, mismos que tampoco pudieron probar su dicho.

El caso podría politizarse luego de las críticas de partidos extremistas al primer ministro Imran Khan, quien en un discurso nocturno también refrendó su fe islámica y la necesidad de acatar el veredicto judicial.

En particular cuestionó las críticas de grupos políticos de línea dura que llamaron a matar a los jueces y rebelarse contra el ejército paquistaní.

Alrededor del 95 por ciento de la población paquistaní es musulmana, y de este porcentaje el 80 por ciento es sunita y 20 por ciento chiita, con dos por ciento de los paquistaníes como cristianos, 1.6 hindúes y los restante encuadrados en sectas.

Fuente: Notimex