Alebrijes gigantes se instalan en Paseo de la Reforma

Alrededor de 200 seres fantásticos, como dragones con alas, insectos y catrinas gigantes con cuerpo de escorpión, entre otros, formaron parte del XII Desfile de Alebrijes Monumentales.

El conjunto salió al mediodía de la Plaza de la Constitución, donde se encuentra instalada la XVIII Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México 2018 (FIL Zócalo).

Frente a Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana, los alebrijes monumentales, algunos de más de dos metros de altura, salieron de la plancha del Zócalo capitalino para tomar la calle 5 de Mayo y dirigirse hacia el Paseo de la Reforma.

Los coloridos monstruos que recorrieron calles de la Ciudad de México son los seres fantásticos inscritos en el concurso convocado por el Museo de Arte Popular (MAP), institución que organizó el desfile.

El banderazo de salida estuvo a cargo de Walther Boelsterly Urrutia, director del MAP; Carmen Tostado, directora del Museo Archivo de la Fotografía, en representación de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México; y de Jesús González Schmal, autoridad del Centro Histórico.

Acompañados por bandas de música y bailarines, así como de cientos de personas, los alebrijes monumentales cruzaron Eje Central y tomaron Avenida Juárez hasta llegar al Paseo de la Reforma, donde permanecerán en exhibición hasta el 4 de noviembre, entre las glorietas del Ángel de la Independencia y la Diana Cazadora.

En un comunicado, la Secretaría de Cultura capitalina indicó que el desfile y concurso de alebrijes monumentales busca “fortalecer una tradición cultural moderna del arte popular mexicano y contribuir a su conocimiento, preservación y valoración”.

Los alebrijes son una tradición cultural de la Ciudad de México, que nacieron de los diseños y las ideas conjuntas del artista plástico José Gómez Rosas, conocido como el “Hotentote”, y del maestro artesano Pedro Linares, a finales de los años treinta del siglo XX, en el barrio de La Merced.

Los primeros alebrijes se realizaron en cartonería, al igual que los famosos Judas que son quemados en Semana Santa. La tradición después se trasladó a zonas como Oaxaca, donde se fabrican de madera.

Normalmente, estos seres fantásticos poseen garras para aferrarse a la tierra, logrando un sentido de realidad, y alas para construir sueños y volar detrás de ellos, se explicó.

Fuente: Notimex