En una entrevista con la agencia Efe, Aguilar Camín (Chetumal, 1946) afirmó que la prohibición de la marihuana, algo que ve "sin fundamento médico ni social", procede de la idea estadounidense de una sociedad sin tóxicos: "sin alcohol, sin cigarrillos, sin fármacos, sin cafeína, sin azúcar... sería un espanto".
"Está bastante claro que a nadie le va bien, porque con esto (refiriéndose a la guerra contra el narcotráfico emprendida por el gobierno de Felipe Calderón) no conseguimos lo que queremos, que es reducir la oferta de droga", añadió
Aguilar Camín tiene claro que lo primordial es reducir las rentas del crimen organizado, para evitar que siga "corrompiendo, reclutando y armándose".
El escritor recordó "el gran negocio" que supone que, con la actual política, la tonelada de cocaína cueste en una ciudad fronteriza mexicana 14 mil dólares y del lado estadounidense el doble, solo por el hecho de cruzar.
Planteó para cuánto alcanzan los por lo menos 13 mil 800 millones de dólares que se considera que suma el dinero vinculado a las drogas en México, un país -dijo- "en el que los policías ganan cuatrocientos dólares y los sicarios están dispuestos a matar por quinientos".
Una delincuencia organizada con tal capacidad económica corromperá, como Aguilar Camín señala que ya ha hecho, "al zar antidrogas, a los altos mandos de la unidad antidrogas y a todos los cuerpos de policía".
La legalización tampoco es ninguna panacea, reconoce; "el crimen organizado no va a desaparecer y va a seguir siendo peligroso, pero va a ser más perseguible desde los recursos y con menor capacidad para actuar".
El autor admite que con otras drogas la legalización puede discutirse, pero el caso de la marihuana, asegura, es "de una irracionalidad absoluta". "Perder la libertad por vender marihuana es como perder la libertad por vender lechugas", dijo.
Para el novelista, es una pena que la Propuesta 19 para despenalizar la marihuana no triunfase en el referendo celebrado en California el pasado 2 de noviembre, porque habría acelerado el proceso, pero auguró que "la legalización llegará".
Mundialmente, consideró, se está generando "un nuevo consenso en el que la legalización ya no suena tanto a sacrilegio, sino más bien a racionalidad".
La administración de Calderón, que suma cerca de 30 mil muertos en la guerra contra los cárteles desde diciembre de 2006, ha obtenido un éxito pleno en un sentido, advirtió, y éste es que "ha cambiado radicalmente la percepción de los mexicanos sobre el narcotráfico".
Los narcos "han dejado de ser parte de ese tejido social presente en los pueblos que resolvía los problemas económicos de mucha gente y han empezado a ser vistos como criminales temibles e insaciables", apuntó.
Pero el fracaso de dicha política es la imagen de México, "muy bien ayudada por los medios", que se ha vendido a los mexicanos y al mundo, "de un país al borde del abismo y de la ingobernabilidad". "
"México estaba preso de su pasado y ahora lo está también de la imagen tan pobre que tiene de sí mismo. Necesita liderato, proyecto, psicoanalista y publicista", sentenció.
La suma de todos los hechos ligados al narcotráfico de los que los medios de comunicación hablan son ciertos, concedió, "pero la imagen proyectada es completamente falsa: que este país esté en guerra y destruido por la violencia".
Su última publicación, "Pasado pendiente y otras historias conversadas" (Seix Barral, 2010), es una colección de cuentos que llegaron de forma oral al escritor a lo largo de su vida, "historias tan inverosímiles como la vida real", porque ésta "no es creíble".
"Si a alguien se le ocurriese hacer una novela contando las Torres Gemelas, a Francisco Franco, a Stalin o a Napoleón, no habrá quien pueda creer eso", dijo.
Aguilar Camín es considerado uno de los principales pensadores del México actual y cuenta con obras como "Morir en el Golfo", "Las mujeres de Adriano" y "La tragedia de Colosio".