En su programa digital “Con Peras, Manzanas y Naranjas”, el coordinador del Grupo Parlamentario del PRI expuso que es preocupante que estas empresas realicen encuestas, las publiquen en diarios importantes y a partir de su difusión incidan para que la gente no vaya a votar, porque dicen que es muy amplia la distancia entre los candidatos.
Por esta razón, puntualizó, las casas encuestadoras además de registrar la metodología del estudio, deberían dar los nombres de sus clientes recientes, de quienes les pagan. Por ello, propondrá que el Instituto Nacional Electoral (INE), dé seguimiento a estos ejercicios, contar con un ranking para conocer el grado de confiabilidad y cuántas fallan en las mediciones de intención de voto a una elección.
El líder congresista señaló que esto debe ir acompañado del trabajo de la Unidad de Inteligencia Financiera del INE, porque es necesario tener conocimiento de cómo operan económicamente, quiénes pagan sus servicios, ya que, indicó, existe el riesgo de que se trate de “encuestadoras fantasmas”, que no tienen ni trabajadores.
Sostuvo que el ejemplo más reciente, que da sustento para impulsar esta iniciativa, es el que ocurrió en las elecciones del Estado de México, donde 23 encuestadoras fallaron en sus porcentajes, donde algunas pronosticaban 15, 20 o más puntos de diferencia y al votar la diferencia fue de 8 por ciento entre el primero y segundo lugar, y solo dos empresas, estuvieron cerca de este puntaje.
Agregó que estos altos márgenes de error son un nuevo fraude electoral, como los ataques cibernéticos y la desinformación que tienen su mayor efecto en las redes sociales.
Al respecto, el abogado campechano Miguel Ángel Sulub mencionó que la desinformación forma parte de un fenómeno que se está registrando y ha sido detectado en Europa, donde difunden mensajes, principalmente a través de redes sociales, para generar percepciones basadas en distorsiones de la realidad.