Organizaciones mexicanas acompañan a mujeres que deciden abortar en casa

Con la libertad de decidir sobre su cuerpo pero bajo el estigma de una sociedad que criminaliza el aborto, mujeres mexicanas de distintas edades son acompañadas en la interrupción de su embarazo en la intimidad de sus casas por organizaciones defensoras de los derechos reproductivos.

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Cuando tenía 24 años, Edith decidió interrumpir un embarazo no planeado. La joven originaria de la mexicana ciudad de Guadalajara en ese momento estudiaba su carrera, vivía con sus padres y no era financieramente independiente. Un hijo no era opción.

La joven contó a EFE que aunque forma parte de un colectivo feminista que acompaña a mujeres que deciden abortar, estuvo inmersa en un mar de dudas y emociones encontradas que la hicieron evaluar la posibilidad de continuar.

“Era como si se me olvidara toda esa información y quedara una sensación de ser juzgada socialmente. También entraban las expectativas sociales, sabía que es mi derecho interrumpirlo pero pensaba ¿qué tal si mejor sí lo termino y me convierto en mamá? ya tengo la edad, tengo una relación larga y estable, era un choque”, explicó.

Con la asesoría y acompañamiento de sus colegas decidió que no continuaría con el embarazo.

En Jalisco, como en muchos otros estados de México, los servicios públicos hacen legrados por 4 causales: violación, aborto espontáneo, riesgo de salud o riesgo de perder la vida para la mujer. Si no cumplen con esas características, las mujeres deben atenderse de manera autogestiva o continuar el embarazo.

La Organización Mundial de la Salud tiene un protocolo para aborto seguro mediante misprostol y mifepristona, medicamentos confiables cuando se ingieren hasta las nueve semanas de gestación y que permiten a las mujeres realizar la interrupción del embarazo fuera de un hospital con un porcentaje de éxito de hasta 70 %.

Edith eligió esta opción guiada por las compañeras de su organización. Acompañada por un par de amigas y por su pareja, la joven recuerda la experiencia con cierta incertidumbre pero también agradecimiento por la solidaridad de quienes la rodeaban.

“Me dijeron qué iba a pasar, pero no sabía exactamente qué iba a sucederle a mi cuerpo, también me sentí muy acompañada y segura de saberlas ahí a ellas, que cualquier cosa que pudiera suceder me iban a salvar. Si lo hubiera vivido sola, esta incertidumbre hubiera crecido”, señaló.

VIEJOS TABÚES

En México, el aborto es legal bajo ciertas causales desde 2021 y desde entonces 11 estados permiten aborto legal por decisión de la mujer hasta las 12 semanas y uno más hasta las 13 semanas. Desde 2007, en la Ciudad de México cualquier mujer puede realizarse este procedimiento de manera segura en clínicas gratuitas.

Pese a ello existe un estigma desde la sociedad a las mujeres que deciden no continuar un embarazo.

Incluso hablar del tema se siente como algo clandestino, como una práctica que solo se comenta con la gente cercana y de confianza, aseguró a EFE, Karen, una comerciante de 33 años que decidió abortar en casa en plena pandemia.

Patricia Ortega representante de la Red de los derechos sexuales y reproductivos en México, organización que acompaña a mujeres que deciden abortar seguras en casa dijo que el procedimiento no es invasivo, ni incapacitante.

“Cuando puede haber alguna situación de alarma es porque hay algún signo de dolor o sangrado también extremo, y ellas tienen que llamar para que una médica atienda y evalúe que considere si es necesario recurrir a un servicio de hospital”, explicó en entrevista con EFE.

A las redes sociales de esta organización llegan una veintena de mensajes de mujeres al mes pidiendo consejo, solo algunas de ellas toman esta opción, la mayoría tiene cierta formación académica, son mayores de 21 años, tienen una red de apoyo y, principalmente, tienen información sobre sus derechos reproductivos.

En contraparte, las mujeres que atiende la colectiva “Me acompañan mis amigas” tienen poca información para decidir y muchos tabúes, por ello es importante el seguimiento a los casos afirmó en entrevista con EFE Dani, una de las miembros.

“Estamos para eso. Cuando me doy cuenta que algo se va a salir de mis manos, sí tenemos personas a quien derivarlas”, concluyó.