El asesinato del comandante iraní Qasem Soleimaní, que llevó días después a la suspensión de las operaciones de la coalición internacional liderada por EE.UU. en Irak y la petición de la partida de sus fuerzas del país árabe, puede dar la oportunidad al grupo yihadista Estado Islámico (EI) de volver con más fuerza.
La muerte de Soleimaní da aliento al Estado Islámico en Irak y Siria
