Los bosques de algas de la Patagonia que el naturalista británico Charles Darwin describió hace casi 200 años permanecen invariables desde entonces debido a un efecto "perverso" de la crisis climática, que mantiene inalterable este ecosistema gracias al agua fría del deshielo de los glaciares.
El efecto "perverso" del clima conserva los bosques marinos descritos por Darwin
