El patinador de velocidad neerlandés Kjeld Nuis aprovechó la final de los 1,500 m sobre el óvalo de Pekín 2022 para borrar de un plumazo un récord olímpico que empezaba a amarillear, con veinte años ya de vida, y establecer una mejor marca de 1:43.21 que le dio el oro, el primero en estos Juegos pero el tercero de su carrera.