La guerra profundiza la vulnerabilidad de mujeres y niñas en todo el mundo y Latinoamérica no es la excepción: miles de ellas han sido asesinadas, desaparecidas, desplazadas, violentadas sexualmente, reclutadas o viven bajo amenazas de grupos armados, una realidad que, a la vez, revela la resistencia femenina en búsqueda de justicia.