Un nuevo estudio sobre fijación de precios establece que los consumidores estadounidenses experimentan una escasez abrupta de tomates que ocasionará costos adicionales enormes para los tomates frescos del supermercado, o bien que dichos consumidores deberán optar por no comprar tomates frescos, si Estados Unidos pone fin a un acuerdo comercial con México a pedido de un grupo de productores de Florida.