El reconocimiento que hiciera la Procuraduría General de la República en el caso del general Ángeles Dauahare, ex subsecretario de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y de otros altos funcionarios de la dependencia, respecto de las acusaciones que hiciera para llevarlos a juicio por presuntos vínculos con la delincuencia organizada, al basarse únicamente en el dicho de testigos protegidos, refleja claramente la actuación parcial de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) --antes SIEDO-- en el sexenio de Felipe Calderón, en donde el uso para la persecución política y el ejercicio faccioso de la justicia fue una constante, aseguró el diputado federal del PRD Fernando Zárate Salgado.