Lisboa, muchas advertencias y tímidos avances

Comenzó con una alerta de "emergencia oceánica" y termina con tímidos avances contra la minería y una declaración no vinculante. "Esperamos 100,000 millones prometidos por los países ricos", reclamaba el enviado de la ONU para los Océanos, Peter Thomson, en Lisboa. "Estamos en una carretera hacia el infierno", afirmaba.