Cuando Elena Álvarez-Buylla y sus colaboradores terminaron de analizar los resultados de su estudio sobre transgénicos en los alimentos, se quedaron pasmados. Algunos investigadores ya habían reportado la presencia de transgenes en alimentos mexicanos, pero encontrar que 90.4 por ciento de las 209 muestras de tortilla que examinaron tenía rastros de maíz transgénico y que cerca de la tercera parte también tenía el herbicida glifosato, fue más de lo que esperaban, y de lo que les hubiera gustado encontrar.
Maíz transgénico en la mesa de los mexicanos
