En los últimos 40 años, las sequías graves se han hecho cada vez más largas, intensas y extremas y todo apunta a que en el futuro se producirán más episodios plurianuales (pueden durar años o décadas), que suponen una grave amenaza para los ecosistemas, la agricultura y la producción energética.
El cambio climatico agravará las sequías, que serán más largas e intensas
